La característica principal del dibujo es el empleo del trazo o línea. Frente al resto de las técnicas, destaca por la brevedad de su ejecución. Su soporte más habitual es el papel. Para los dibujos en pluma y pincel se utiliza preferentemente papel blanco, granulado fino o de superficie lisa. El papel de grano más grueso, sea coloreado o no es más adecuado para el dibujo a lápiz, pastel o carboncillo. Este último se obtiene de unos bastoncillos producidos por la combustión lenta de la madera, a la que se agregan resinas y alcohol para prolongar su duración. El dibujo a pluma utiliza diferentes tipos de tintas, siendo la más frecuente la tinta china, aunque también se utiliza otra llamada sepia. El dibujo a lápiz, por su parte, se realiza con lápiz negro, blanco de yeso y de color o con tizas coloreadas.
Desde el momento en que el hombre fue capaz de modificar y explicar la naturaleza ha materializado su espiritualidad y su pensamiento creativo de diferentes formas y a través de distintos materiales, que reflejan sus inquietudes, intereses, creencias o su sentido de la belleza. En arte esto recibe el nombre de técnica, que es la utilización de un material específico para llevar a cabo una creación artística. En general, la técnica utilizada por un artista se relaciona directamente con la pigmentación, forma, textura y durabilidad final que desea darle a su obra.