HomeExposición en MALBA, “Frida Kahlo: Diego y yo”, Buenos Aires, ARGENTINA.

Exposición en MALBA, “Frida Kahlo: Diego y yo”, Buenos Aires, ARGENTINA.

Lugar: Av. Figueroa Alcorta 3415
C1425CLA Buenos Aires, Argentina
Temporada: 26 de agosto al 01 de septiembre de 2022
Artistas participantes: Frida Kahlo

“Así como el accidente cambió mi camino, desde entonces mi obsesión fue recomenzar de nuevo pintando las cosas tal y como yo las veía, con mi propio ojo y nada más”. Hija de Matilde Calderón, una mestiza católica, y Guillermo Kahlo, judío alemán, Frida Kahlo tuvo desde pequeña una mirada meticulosa y una inclinación por lo científico. Sin embargo, en 1925, cuando tenía 18 años, sufrió un accidente que marcó su destino. El vehículo en el que viajaba fue embestido por un tren, causándole múltiples fracturas en la columna. En el curso de los años posteriores al accidente le fueron practicadas unas 27 cirugías. Frida conoció a Diego Rivera en 1922, cuando él realizaba los murales del anfiteatro Bolívar, en 1928 iniciaron una relación y al año siguiente contrajeron matrimonio.

Diego y yo (1949) es el último autorretrato de busto pintado por Frida Kahlo antes de su muerte en 1954, en el que aparece el rostro de su marido como un tercer ojo que revela la obsesión y el sufrimiento de la artista. El cuadro simboliza la tempestuosa relación entre Frida y Diego, quienes estuvieron casados casi 25 años en un matrimonio apasionado y turbulento a la vez. Aunque Kahlo se oponía a la religión católica, incorporó elementos de la iconografía cristiana en sus obras y la espiritualidad atravesó su vida y su trabajo. La concepción cíclica del tiempo –y la continuidad perpetua entre vida y muerte– de las culturas mesoamericanas, marcó trascendentalmente su mirada. También pueblan su cosmovisión la cultura egipcia, el hinduismo, el budismo y las doctrinas ocultistas, de donde tomó la representación del tercer ojo (que aparece en Diego y yo). El dualismo aparece frecuentemente en su obra: sin dudas, el binarismo central es el de ella y Diego, que se asocia con dialécticas universales como masculino y femenino, vida y muerte, sol y luna, cuerpo y mente.

Frida íntima

El oficio de su padre fotógrafo le permitió a Frida contar con un profuso archivo de imágenes de su infancia y adolescencia, hecho excepcional para la época. Antes de que la artista se volcara sobre sí en sus autorretratos, las fotografías incluidas en la sala la muestran junto a sus hermanas y amistades; entre ellas Isabel Campos, quien más tarde sería su confidente por correspondencia durante las estancias de la artista fuera de México. Muchas de las imágenes fueron capturadas en la casa donde Frida nació, en Coyoacán, que posteriormente ella y Diego Rivera transformaron en “La Casa Azul” con ayuda de Juan O’Gorman, arquitecto y artista amigo de la pareja. Era también en esta casa donde Frida impartía sus lecciones de pintura. En 1943 consiguió que sus estudiantes pintaran los muros de una pulquería cercana llamada “La Rosita”. En la fiesta inaugural, sus discípulos, conocidos como “los Fridos”, destacaron la vocación de Kahlo por mostrar y pintar la vida tal como cada quien la percibía.

El profundo interés de Kahlo y Rivera por las culturas prehispánicas y las tradiciones populares mexicanas se hace evidente en su extensa práctica coleccionista, que incluye tanto piezas precolombinas como artesanías y objetos típicos mexicanos. Dentro de este conjunto se destaca la predilección de Frida por los Judas del Sábado de Gloria. Algunas de estas figuras realizadas en papel maché por la artesana Carmen Caballero rodeaban su cama del Hospital Inglés, donde en 1950 debió someterse a siete intervenciones de columna. A pesar de que su salud se debilitaba y la obligaba a guardar reposo, Frida continuó pintando hasta sus últimos días. En abril de 1953, poco antes de que amputaran su pierna derecha, pudo asistir a su primera exposición individual en México, en la galería de su amiga Lola Álvarez Bravo. Su última aparición pública fue en 1954, en una manifestación contra la destitución del gobierno democrático en Guatemala.

Créditos de la foto:

Ficha técnica

Diego y yo, 1949

Óleo sobre masonite [panel de fibra de madera prensada]

30×22,4cm

Colección Eduardo F. Costantini

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