Artistas de reconocida trayectoria internacional, desde los que emigraron hace ya tiempo a Nueva York como Jaar y Navarro, a otrxs residiendo en el país como Jarpa, Errázuriz y Dittborn, o la que divide su tiempo entre Nueva York y Santiago como Vicuña.
En el caso de los más veteramos han venido sosteniendo una extensa producción artística de marcado corte político-social y participando en exposiciones colectivas e individuales tanto en Chile como el extranjero. De alguna manera, los más jóvenes están empezando a seguir sus pasos.
Chile atraviesa un momento delicado si atendemos a los últimos estallidos sociales iniciados el pasado mes de octubre y que ya han sido catalogados como el “peor malestar civil” ocurrido en Chile desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet.
Precisamente, esa etapa oscura de la historia reciente del país ha marcado la vida y la obra de muchos de sus mejores creadorxs o artivistas contemporáneos.
Una obra de claro tinte político, de denuncia contra terribles injusticias y de no menos infatigable lucha a favor de los derechos humanos que es aclamada por legiones de seguidores, tanto dentro como fuera de las fronteras chilenas, lo que les ha convertido por derecho propio en artistas de reconocida trayectoria internacional.
Este arte de corte político-social, que cobra en estos momentos incluso mayor sentido y valor, se puede apreciar de forma notoria en los proyectos de Alfredo Jaar (Santiago, 1956) o, también, de manera más discreta en los trabajos de Iván Navarro (Santiago, 1972), quienes ocupan el primer y segundo puesto entre los 10 artistas chilenos con el mejor Índice de Notoriedad 2019.
Jaar se sitúa en los 6,5 puntos de los 10 posibles, empujado por sus 7 individuales, 19 colectivas, 2 premios y 70 colecciones, que registra nuestra base de datos para el período 2018-19, mientras que Navarro le sigue a algo menos de un punto con 10 individuales, 14 colectivas y 36 colecciones.
En tercer lugar, casi empatando con Navarro, Cecilia Vicuña (Santiago, 1948), quien lleva un año espectacular y con ello consigue el mayor crecimiento de los diez con respecto al pasado año, gracias a sus 8 individuales, 8 colectivas, 3 premios y 13 colecciones.
Ya en el cuarto puesto Voluspa Jarpa (Rancagua, 1971), la representante de Chile en la última 58ª Bienal de Venecia 2019, con 1 individual, 15 colectivas y 20 colecciones-; en el quinto la veterana Paz Errázuriz (Santiago, 1944) -5 individuales / 11 colectivas / 20 colecciones-, en el sexto y séptimo, respectivamente, unos jóvenes valores como son Francisco Navarrete (Santiago, 1986) -2 individuales / 11 colectivas / 11 colecciones- y Enrique Ramírez (Santiago, 1979) -4 individuales / 8 colectivas / 20 colecciones-.
En el octavo, otro veterano como Eugenio Dittborn (Santiago, 1943) -1 individual / 7 colectivas / 25 colecciones-, mientras que el noveno es para un artista de media carrera como Felipe Mujica (Santiago, 1974) -5 individuales / 5 colectivas / 4 colecciones-. Y, finalmente, cerrando la lista un artista emergente como es el caso de Sebastián Calfuqueo (Santiago, 1991) -2 individuales / 10 colectivas / 3 colecciones-.
Sin duda, se presenta una magnífica ocasión de ver reunida la obra de muchos de ellos en la próxima exposición “Gran Sur: arte chileno contemporáneo en la Colección Engel”, curada por Christian Viveros-Fauné, y organizada por la Consejería de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid, que abrirá del 25 de febrero al 26 de abril de 2020, en la Sala Alcalá 31 de Madrid.
Y para cerrar por donde comenzamos, qué mejor manera que referir la interesante muestra en la Tate Modern de Londres “A Year in Art: 1973” en la que participan Alfredo Jaar y Cecilia Vicuña, entre otros artistas que emigraron de Chile o buscaron formas alternativas de hacer oír sus voces. En esta exposición, curada por Clara Kim y Michael Wellen, se ve cómo se utilizó el arte como una forma de protesta en respuesta al golpe de estado de 1973 en Chile.
Fuente: ARTEINFORMADO