La exposición ofrece una selección de un centenar de piezas clave de esta corriente artística, realizadas por 5 de sus más destacados representantes: Andy Warhol, Keith Haring, Robert Indiana, Roy Lichtenstein y Robert Rauschenberg.
POP POP POP
American Pop Art, en Sala Kubo-kutxa, Donostia-San Sebastían, ESPAÑA.
Del 15 de junio al 30 de septiembre de 2018
Comisaria: Dolores Durán
El Pop Art, movimiento caracterizado por el empleo de imágenes y temas tomados del mundo de los mass media y la publicidad, surge a mediados de la década de los 50 en Inglaterra como una nueva corriente artística frente al Expresionismo Abstracto, considerado vacío y elitista, y pronto se extiende a los Estados Unidos, donde alcanza su mayor proyección.
El término fue utilizado por primera vez por el crítico británico Lawrence Alloway en 1962 para definir el arte que algunos jóvenes estaban realizando, utilizando imágenes populares. Al mismo tiempo, importantes revistas, como Time, Life o News Week, dedicaron algunos ensayos al nuevo estilo artístico, aunque fue reconocido antes por el gran público y las revistas de amplia difusión que por los críticos especializados o los museos de arte contemporáneo.
El Pop Art, cuyos orígenes habría que buscar en el Dadaísmo, muestra los rasgos esenciales asociados al ambiente cultural de los años sesenta y al sentir de una sociedad consumista que idolatra a las estrellas de Hollywood y convierte a los mass media en testigos imprescindibles de un mundo que empieza a sentirse global. Las firmas comerciales –como Kellog´s, Heinz o Campbell– pasan de las estanterías de los supermercados a las paredes de las galerías de arte, acuñando códigos de una nueva era. La American way of live, la modernidad propulsada por los medios de comunicación masivos, el consumo desbordante en el mundo del próspero capitalismo, tejían nuevos conceptos de cultura y ruptura.
El Pop Art se apropia de técnicas plásticas propias de los mass media, como el cómic, la fotografía y los distintos procedimientos derivados de ella –ampliaciones y yuxtaposiciones, collages, fotomontajes –, y el cartel publicitario, con sus diferentes técnicas visuales –acumulación, oposición, supresión –. La utilización de la pintura acrílica, derivada de los colores planos del cartel, el cultivo de la bidimensionalidad, el recuso del dibujo nítido y la utilización del gran formato son otras tantas características del Pop Art americano.
La serigrafía se convierte en una de las técnicas más empleadas entre los artistas pop, por la libertad de creación que permite, la posibilidad de realizar trabajos de forma más rápida y porque permite al artista realizar gran número de obras, lo que se adapta al concepto de trabajo de repetición.
POP POP POP American Pop Art reúne un centenar de obras de los artistas más relevantes del Pop Art americano y pone de manifiesto cómo cualquier objeto de la vida cotidiana, puede elevarse a la categoría de arte.
La exposición se articula en 5 espacios, a través de los cuales podemos acceder a las obras de cada uno de los autores artistas:
ANDY WARHOL (1928-1987)
Seguramente es uno de los artistas americanos más conocidos por el gran público, sin duda gracias a su afán por difundir la cultura popular. Sus obras se han convertido en icónicas y son rápidamente reconocibles. En la década de 1960 realiza retratos a partir de fotografías de prensa e imágenes publicitarias de estrellas de cine, siendo éste uno de los temas más visibles y representativos de su producción. También en ese momento realiza algunas de sus series más conocidas como las latas de Sopa Campbell o la serie Flowers. En este momento su estudio, conocido posteriormente como The Factory, se convierte en el centro de la cultura Pop neoyorkina.
Su obra se inspira, además, en acontecimientos contemporáneos, como el suicidio de Marilyn Monroe o el asesinato de John Fitzerald Kennedy; e incluso pone de relieve temas polémicos como la silla eléctrica (serie Electric Chair), haciendo un alegato contra la pena de muerte. Así, puede decirse que, tras su aparente frivolidad, demuestra un compromiso con la realidad socio-política que le rodea.
La extravagancia marcó su vida y su propia imagen le convirtió en mito. Pasó a ser un gran icono del arte americano y un símbolo de modernidad.
ROBERT RAUSCHENBERG (1925-2008)
Este artista crítico, experimental y multidisciplinar es el autor del que se considera primer happening de la historia, a finales de los años 40: la obra teatral Theatre Piece #1. Cuando llega a Nueva York en 1949, en pleno auge del Expresionismo Abstracto y el Action Painting, sus creaciones son inicialmente abstractas y monocromáticas. Posteriormente sus obras incorporan objetos habituales de la vida cotidiana. Tanto su técnica como su discurso, que ironiza sobre la sociedad de consumo, le colocan dentro del movimiento Pop.
Como otros de sus colegas, además de su trabajo artístico realiza una importante labor en relación con los derechos humanos y la libertad de expresión. Crea la asociación The Rauschemberg Overseas Culture Interchange, fruto de su idea de la capacidad del arte de transformar el mundo.
ROY LITCHTENSTEIN (1923-1997)
Es uno de los artistas más influyentes del siglo XX. Tras un paso por el Expresionismo Abstracto y un periodo de experimentación con el constructivismo, en los inicios de los años 60 plantea una ruptura con estos preceptos y vuelve su mirada a la vida cotidiana, en un ambiente cultural dominado por una sociedad consumista. Así, se convierte en una de las figuras más importantes del Pop Art, ya que crea un estilo radicalmente nuevo y propio, que, bajo una aparente superficialidad, esconde una profunda aproximación conceptual al papel del artista y sus creaciones en el mundo post industrial.
Sus obras son inconfundibles: se sirve de una gama de colores primarios, perfila las figuras con un grueso trazo negro y crea sombras con sus característicos puntos Benday (sistema de impresión por puntos ideado por Benjamin Henry Day Jr.) e incorpora onomatopeyas y “bocadillos” con inscripciones, remedando la estética del cómic.
KEITH HARING (1958-1990)
Llega a 1979 a Nueva York y se introduce en una comunidad de artistas Underground que consideraban que el arte debía salir de su reclusión en las salas de los museos. Interesado por los dibujos animados, e inspirado en ellos, comienza a realizar grafitis de imágenes muy esquemáticas sobre los paneles publicitarios del metro, que llena de un número casi infinito de figuras. Estas historietas son una mezcla de personajes, animales o elementos sexuales a los que añade más tarde televisiones, teléfonos o referencias a la energía nuclear, con los que refleja su angustia ante el poder o tecnología.
Su carrera se vio truncada cuando en 1988 se le diagnostica el SIDA. Entonces inicia su serie Apocalypse en colaboración con el escritor William Borroughs. En ella trabaja temas como la familia, la religión y el arte con incisiva ironía, y trata esta enfermedad como presagio del fin del mundo.
ROBERT INDIANA (1928-2018)
Nacido Robert Clark, toma su nombre de su lugar de origen, Indianápolis. Se autodefine como «el pintor de los símbolos de Estados Unidos». A diferencia de otros artistas del Pop Art está más preocupado por la identidad estadounidense, el sueño americano o el poder de la abstracción y el lenguaje, que por los medios de masas. En sus trabajos plantea cuestiones sobre la agitación política y social, y referencias históricas y literarias.