‘Someone Here’: a solas con el desierto
Alexandra Uhart inserta su ser en la médula del desierto, compartiendo identidades con lo más intrigante que nos ofrece la naturaleza. Esta joven fotógrafa escogió lo que puede ser el lugar más paradójico del planeta: el desierto de Atacama. Aunque aparentemente hostil al humano, ella busca “la huella del hombre”, como ella declara en su sucinto texto sobre su propósito. Donde andaba, se encontraba con una destartalada casa abandonada, un camino al horizonte, los rastros de pisadas que el viento aún no llegaba a borrar.
Se identificó con la precaria relación del hombre con la naturaleza y la frágil interacción del ser y su contorno. Sus fotografías reflejan el constante desafío: descubrir con el lente la belleza que siempre brota en cada rincón. Singulariza un fragmento que captó su mirada, que quedó en su registro, y luego pasarla al papel para incitar nuestro asombro. ¿Por qué escogió esa mezcla de texturas, este despliegue de paisaje, entre tantos? Un grano de arena en vez de el otro, o los millones de otros.
Distintos desiertos ofrecen diferentes lecturas, con contrastantes texturas. Cubren vastas extensiones en varios continentes, las Américas, África, Asia, hasta Oceanía. Los elementos que ella hiló en esta muestra individual, se combinan “para contarnos una historia en la que cada uno ve lo que quiere ver”. Ella vio magnitud y misterio, intervenciones y anécdotas visuales, un abecedario de texturas y contextos.
El Atacama es vasto. Los visitantes conocen un fragmento, donde hay unos oases aislados, con un hilo de agua que nutre robustos árboles y resistentes pobladores. Los pueblos y aldeas se van achicando según su lejanía de Calama. Pocos se adentran en este paisaje continúo que sorprende con cada hora que avanzan en su camioneta. Cerca de las actividades mineras los caminos se entrecruzan en un encaje como la de las hojas de plantas o las arterias que nutran las venas.
Muchos no perciben un relato, sólo ven espacio monótono con sensación de opresión. Otros descubren la magia de un paisaje que impacta por su grandeza, la sutileza de sus texturas, que penetran el ojo con su paleta de tonos tierra y juegos de luz.
Las fotos nos relatan su aventura desde diferentes ángulos. El paisaje del Atacama es un paraíso para fotógrafos. Como ella señala, cada uno se refleja en sus tomas, las vistas que despiertan su cerebro, conmueve su alma y remueve su guata. La belleza es relativa, su fuerza conmovedora. La muestra se compone de varias miradas. Una es de asombrosas extensiones de tierra que según el capricho del viento y el ánimo del sol, crea un vibrante horizonte que insinúa un distante encuentro del cielo y la tierra. Alexandra se compromete a alcanzar el mejor encuadre de esta majestosa imagen.
Algunas retratan restos de la pasajera mano del hombre. Buscan sintetizar una relación de los emprendimientos del ser humano en domesticar el desierto. Más allá del precario avance de la civilización, con cada kilómetro, sus construcciones se ponen más precarias, ladrillos volviéndose polvo y piedras, entregándose a la fuerza de la gravedad, perdiéndose su protagonismo, víctimas de los perpetuos vientos y tormentas con repentinas lluvias. Ella exploró lo suficiente de este ambiente para enriquecer su imaginario y fundamentar su propósito.
Lo que más elocuentemente describe esta relación son los caminos, rectos hasta su evaporación final donde la tierra se funde con el cielo. Casi siempre ausente de colores estridentes, cada tantos años la faz de esta tierra se pone colorido: es un momento que brilla, asombrando hombre y animal en una celebración instantánea que desaparece tan rápidamente como apareció. En el medio de este siempre-presente ciclo de vida y muerte en su relato, la muerte parece predominar. Hay una foto de una parada de buses, solo en la nada, la desolación personificada, como si fuera la antesala a la muerte, donde los solitarios pasajeros de estos caminos rumbo al inmenso cielo emprenden su trayecto final.
La fotografía provee el instrumento para perpetuar los paisajes y trasladarlos a otros lugares y tiempos. Este ensayo visual marca la primavera de una carrera. Una mirada fresca empieza a consolidar una visión singular. Definir su Atacama con un enfoque personal es un desafío considerable.
En un momento, aparece una imagen en su crónica visual de forma abrupta y cruel: cuerpos de lobos de mar muertos, parcialmente enterrados en una cercana playa. Su imparable deterioro captado en un par de fotos, su presencia perturbador interrumpiendo las texturas de una playa aislada. Nadie podía explicarle a Alexandra la causa de esta tétrica escena.
El culto de la muerte se manifiesta en forma icónica en todo Chile, con instalaciones que encarnan la memoria del difunto, recordando la existencia de un ser cuyo muerte ocurrió en aquella ruta. Las animitas producen un brote de color que despierta al ojo entre la aparentemente interminable monotonía del paisaje desértico. Alexandra congela estas islas de colorida fantasía que saltan de la monocromía que las rodea.
Someone Here es el título de su celebración de la permanencia del desierto y la ida y venida de la ocasional persona que escoge habitarlo. Cada camino de dos huellas en la arena es la estampa de un ser que buscaba la esencia de su vida. Tantos desaparecieron en el horizonte, muchos ni dejando una animita. La precariedad se vuelve estilo de vida, la supervivencia la meta.
Estas fotos nos dejan con una visión de texturas y señas de suelos de sal y arena, nubes que oscurecen y soles que iluminan. Son efímeras y eternas a la vez. Otro fotógrafo hará su versión, siempre con un enfoque diferente, personal, bello e intrigante, asegurando que el desierto sigue proyectando su intrigante presencia hasta el fin del camino final.
Edward Shaw
Santiago
Septiembre 2016
COMUNICADO DE PRENSA SOMEONE HERE de Alexandra Uhart
– Registros del desierto chileno ganan premio londinense Photoworks y se exponen en Ekho Gallery
Radicada en Londres, la fotógrafa Alexandra Uhart (31 años) llega a Chile a exponer su proyecto
titulado Someone Here en Ekho Gallery a partir del 19 de Octubre 2016. La muestra consiste en 17
fotografías a color de diversos formatos donde se retrata el desierto de Atacama. Con un sentido de
pertenencia a su tierra y registro de los vacíos y sutilezas que existen en el desierto, Uhart busca
retratar los límites entre la imagen documental y la ficción. Donde muchos no logran ver algo, Uhart
vio magnitud y misterio, intervenciones y anécdotas visuales, un abecedario de texturas y
contextos, escribe crítico del Arte Edward Shaw. Shaw, comenta la capacidad de la artista en esta
muestra de descubrir con el lente la belleza que siempre brota en cada rincón del paisaje desértico,
capacidad de singularizar un fragmento que captó su mirada para luego con el traspaso al papel
incitar nuestro asombro. Someone Here es el título de su celebración de la permanencia del desierto y
la ida y venida de la ocasional persona que escoge habitarlo, sigue Shaw. La muestra se conjuga por
imágenes de formatos variados, la mayoría pequeños e íntimos, los cuales se encontraran en
exposición en el nivel superior de Ekho Gallery hasta el 11 de Noviembre 2016.
Artista: Alexandra Uhart (1984) fotógrafa chilena que reside en la ciudad de Londres. Estudia Estética en
la Pontificia Universidad Católica de Chile antes de decidirse por la fotografía y partir a París, ciudad en
la que realizó sus estudios formales de fotografía. Luego de dos años viviendo y trabajando en París, su
trabajo la llevó a irse a Londres para hacerse cargo de la dirección fotográfica de la revista Rooms, medio
dedicado exclusivamente a promover las artes y artistas emergentes. Además de ejercer este rol, en
Diciembre del 2015 obtuvo un Master en Fotografía Artística del London College of Communication,
donde recibió el premio Photoworks por su serie Someone Here. Recién expuesto en PINGYAO
International Photography Festival (2016) en Octubre se expone como muestra individual en Ekho Gallery.
La muestra se inaugura el Martes 18 de Octubre a las 19.30 y se podrá visitar hasta el
Viernes 11 de Noviembre 2016. Ekho Gallery se ubica en Merced 349 Local 12, Santiago.
Abierto de Lunes a Viernes de 10:00 – 14:00 hrs. & 15:00 – 19:00hrs y los Sábados de 10:30 – 14:00 hrs.
FUENTE: EKHO GALLERY