Hasta el 28 de mayo permanecerá abierta en la Galería Artium la muestra “Traspaso de los pinceles” que reúne obras de la reconocida escultora Pancha Núñez y del joven escultor Nikolás Sato, quienes comparten taller. Las obras son esculturas, pintura, un mural y técnicas mixtas. Se trata de un diálogo de dos producciones individuales relacionadas estéticamente desde el neoexpresionismo y un oficio en constante experimentación.
El encuentro de ambos ocurrió en 2005, recuerdan: tras unos 15 años en Ámsterdam, Núñez aterrizó en la Comunidad Ecológica de Peñalolén justo al lado del taller de este joven artista. Sato dice que el impacto fue grande: “Yo venía saliendo de una escuela muy seria, donde aprendí a manejar la fundición, los moldes, la piedra, el modelado, trabajando en talleres con artistas como Octavio Román, modelando obras para Gonzalo Cienfuegos o Carmen Aldunate”, agrega.
El trabajo de Pancha Núñez, en cambio, ha sido siempre pura experimentación. Incluso cuando ensambla materiales de manera más prolija, el gesto siempre desencaja rostros y cuerpos que pueden parecer desgarrados o delirantes. Pero hace seis años su escultura necesitaba de la mano de Sato, que comenzó a ayudarle en sus trabajos con madera.
Al poco tiempo, el joven pintor abría sus paisajes abstractos al color y desparpajo de Pancha; compartía taller con ella en Peñalolén y ya era parte de su tropa, amigo de artistas como Pablo Domínguez (fallecido en 2008), Hugo Cárdenas o Mauro Jofré, levantando incluso una galería por donde desfilaron éstos y otros artistas reconocidos: el Ascensor.
La muestra “Traspaso de los pinceles” los tiene exponiendo juntos por primera vez, relacionando trabajos de distintas épocas y propuestas actuales, dando a conocer además una historia donde se funde la amistad con lo artístico.