HomeVIAJES EN EL ARTE. COLECCIÓN MNBA 2020-2021, Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago, CHILE.

VIAJES EN EL ARTE. COLECCIÓN MNBA 2020-2021, Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago, CHILE.

La barca de Dante (1890), Juan Francisco González. Colección MNBA

La barca de Dante (1890), Juan Francisco González. Colección MNBA

Una nueva revisión al acervo del Museo Nacional de Bellas Artes y a su exposición permanente se presenta a partir del 10 de noviembre con la muestra Viajes en el Arte. Con la curatoría de Paula Honorato y en el marco del aniversario 140 del MNBA, la exposición da cuenta, a través de 90 piezas, de las experiencias individuales de artistas chilenos desde mediados del siglo XIX, quienes cambiaron su destino motivados por el perfeccionamiento académico, la necesidad de conocer nuevos lugares y personas; razones políticas o el desarrollo de nuevas estrategias y dispositivos artísticos.

10/11/2020

Fuente: Museo Nacional de Bellas Artes

La muestra reúne esculturas, pinturas, dibujos, fotografías, grabados, instalaciones y videos principalmente de autores nacionales de renombre como Juan Francisco González, Claudio Bravo, Alberto Valenzuela Llanos, Pedro Luna, Ana Cortés y Juan Downey, así como piezas de artistas no tan difundidos, cuyo legado les iguala en relevancia, como el primer becario chileno Antonio Gana. Además, como parte de una operación de visibilización de la Colección MNBA, se incluyen varias obras desconocidas para el público, pues no se han exhibido en varias décadas.

“La riqueza de la exposición deriva, importantemente, de explorar las diversas formas que asume el viaje y los diversos sentidos que él adquiere, a partir de las huellas que de este fenómeno se detectan en las colecciones del Museo, eventualmente enriquecidas con algunas piezas externas. Un rol muy importante juegan, por ejemplo, los viajes explícitamente formativos que artistas chilenos, eventualmente apoyados por becas del gobierno, realizaron para perfeccionarse en algunos de los más importantes centros de formación artística del mundo. En el otro extremo, están los viajes forzados, por ejemplo a raíz del exilio político, o aquellos de exploración artística a territorios desconocidos”, explica Fernando Pérez, director MNBA.

En diálogo con las obras del Museo, se exhibe el trabajo de cuatro artistas nacionales contemporáneos que también desarrollan su obra problematizando la necesidad del traslado y sus repercusiones. Así, con la aeropostal La XXVII Historia del rostro (Lejía) y el video Crusoe (2005), Eugenio Dittborn exhibe por un lado, un recurso exitoso para salir al mundo desde Chile, y por otro, un video en torno a la experiencia fallida de Robinson Crusoe. En Otra mirada a lo insignificante (1982-2014) Ingrid Wildi Merino narra su experiencia como migrante latinoamericana en suiza, mientras aprende el idioma alemán para años más tarde entrar a estudiar artes. En tanto que en la obra Documento biográfico de los habitantes de Chile (1999-2000), Mariana Silva Raggio expone el resultado de su recorrido por el territorio nacional invitando a las personas a narrar su autobiografía. Finalmente, de Juan Downey se exhiben los videos The Laughing Alligator y The Abandoned Shabono, filmados entre 1977 y 1978. Estos rompen con la mirada objetiva para conocer a los Yanomami, convirtiéndolos a ellos también en observadores, generando un viaje de autoconocimiento para el artista.

Mirada curatorial

La propuesta curatorial toma como punto de partida una de las pinturas que Juan Francisco González envió como becario del Estado de Chile. En La barca de Dante (1890) ejecuta una copia académica del óleo realizado por Eugène Delacroix (1822), hoy en el Museo del Louvre, que representa uno de los pasajes de La divina comedia de Dante Alighieri. Así, se da cuenta tanto de los procesos y mecanismos de transferencia cultural, como del viaje a través de una escena arquetípica, que ejemplifica no solo el traslado en sí mismo, sino que también la transformación interna. Aquí también cobra relevancia la obra del artista chileno Antonio Gana, primer artista becado por el Estado de Chile, quien viajó a París y murió a raíz de una enfermedad en el barco que lo traía de vuelta. Este final simboliza los fracasos y problemas de los artistas nacionales en sus estadías en Europa.

“En el siglo XIX y avanzado el siglo XX, los viajes en el arte suponían que la cultura tenía su centro en Europa y que todo artista de estas latitudes debía cumplir el requisito de formarse de acuerdo al modelo dominante. En la década de 1860 se implementaron los concursos de becas estatales para su formación artística, principalmente en París, generando un flujo, no siempre regular, de transferencias y apropiaciones que se pueden apreciar en esta muestra. Hoy en día, el mundo se ha globalizado, las distancias se han neutralizado con los medios tecnológicos, las imágenes digitales del arte están disponibles desde cualquier punto y la lógica centro-periferia ya no prefigura de la misma manera en los movimientos del arte”, explica la curadora Paula Honorato.

Complementando la selección de obras, en las salas se despliegan citas de cartas escritas por los artistas a sus amigos o familiares. Figuran misivas de Juan Francisco González, Henriette Petit, Laureano Guevara, Abelardo Bustamante y Simón González, entre otros. “Ahora que he visto el Louvre, creo más que nunca que mi viaje fue un acierto ¡Qué poco lo dudo! ¡Y cuánto lo que falta para llegar a lo que deseo!”, escribe desde París un joven Julio Ortiz de Zárate a su amigo Pedro Prado.

Las obras de los artistas contemporáneos se sitúan en las rotondas de las salas del segundo piso del Museo, mientras que en las otras salas las obras de la Colección se distribuyen en cuatro secciones:

Pensionados en Europa: Obras realizadas por becarios del Estado chileno, principalmente en Francia. Corresponden a copias académicas de grandes maestros de la historia del arte occidental, pintadas en los principales museos como parte de su formación académica y como retribución obligatoria, teniendo como principal destino integrar las colecciones de los museos nacionales. También se incluyen esculturas que pasaron a formar parte del acervo del Museo por la vía de la compra o del encargo. Estos trabajos reproducen y se apropian de los modelos artísticos de la cultura occidental, bajo el supuesto errado de que al arte nacional sólo le quedaba participar de manera periférica en una historia mayor.

Vistas exteriores: A través de pinturas, dibujos y grabados se da cuenta de las impresiones y experiencias de los artistas con respecto a lugares visitados en sus viajes o estadías, como paisajes, calles o fachadas de edificios.

Vistas interiores: Esta selección da cuenta de los lugares donde los artistas se formaron académicamente y vivenciaron la escena cultural europea, como museos, galerías, talleres de arte, teatros e iglesias. Se incluyen pinturas al óleo y una serie de fotografías que proporcionan una mirada contemporánea.

Sujetos: Grupo de obras pictóricas referidas en su totalidad a figuras femeninas, categorizadas de acuerdo a las regiones o culturas de pertenencia, tales como sevillana, alsaciana o gitana, o bien, caracterizadas por la actitud y el contexto. La presencia de mujeres asociadas a la experiencia de viaje, en las pinturas de la colección del Museo, muestra cómo la mirada a veces es propensa a tipificar, clasificar o remitir a lo exótico, aquello que se experimentaba como nuevo. Las obras se disponen según el criterio regional con excepción de La viajera (1928) de Camilo Mori, soberana de su movilidad, y La perla del mercader o Marchand d’ esclaves (1884) de Alfredo Valenzuela Puelma, prisionera de su objetualización.

Horario: Martes y jueves, 10:00, 12:00 y 15:00 h
Entrada gratuita

Fuente: https://www.mnba.gob.cl/

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