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CANDIDO BIDO, de Honduras

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91rf0Su  arte  es alegre, solidario y caribeño con fuertes  colores y  temas enternecedores.  Es que el dominicano Cándido Bidó interpreta a los seres más simples y humildes y los sitúa  como  protagonistas de sus obras.

Cándido Bidó era el muchacho de los mandados de un colegio de República Dominicana que,  para cumplir su sueño de ser pintor, practicaba con los retazos de lino que le sobraban a la monja que enseñaba pintura. Él los recogía y los subía a la azotea, los fijaba en la pared con tachuelas y así formaba el soporte de sus obras. Cuando tuvo listo un mural de grandes proporciones y creyó que era hora de darlo a conocer, invitó a la religiosa a que subiera y, aunque ella siempre le respondía con evasivas y postergaba el momento, un día se animó y descubrió al artista que había en el modesto joven.

 

Ese fue el enternecedor comienzo artístico de uno de los creadores más importantes e internacionales de República Dominicana:  un  artista cuyas obras se transan dentro y fuera de la isla y cuya fama se extiende a varios países de Europa y Latinoamérica, el Medio Oriente y los Estados Unidos.91rf2

 

Bidó nació en 1936 y se graduó de profesor de arte en la Escuela Nacional de Bellas Arte de su país. Sus maestros fueron, entre otros, Gilberto Hernández Ortega, Yory Morel, Celeste Woss Gil, Eligio Pichardo y Clara Tovar. Luego, Bidó enseñó tanto en la escuela donde se formó como en una academia privada, que mantenía en su taller de Santo Domingo.  Creo en su natal Bonao  una Fundación Cultural y trabajó en  la Escuela de Artes Plásticas de la Fuerza Aérea.

 

Durante su larga carrera el artista dominicano ha participado en innumerables exposiciones, bienales y concursos alrededor del mundo y sus obras se exhiben en diversos museos, entre los que se destacan el de La Tertulia de Cali y los de Arte Contemporáneo de Panamá y España. Es considerado uno de los artistas más representativos de la pintura caribeña ya que utiliza los pigmentos cálidos y vibrantes de trópico.

 

 

En su trabajo aparecen soles, frutas, flores y montañas, como elementos constantes en los que predominan tonos vivos y contrastados. Con un conocimiento académico evidente, donde domina la coherencia y el equilibrio, Cándido Bidó apuesta por “una solidaridad con los más pobres y por el descubrimiento de la magia del paisaje”, según opinó un crítico sobre el trabajo de este dominicano.

 

 

Para los conocedores de su obra, la pintura de Bidó es muy popular debido a su expresión profundamente humanista y social y porque responde a una identidad dominicana y caribeña absolutamente auténticas. ”Cándido Bidó es un pintor cuya obra destila el espíritu representativo del Caribe. En todas sus realizaciones apreciamos un enfoque singular que emplea las posibilidades idealizantes yacentes en la realidad”, escribió José Antonio Pérez en el catálogo de la exposición Azul+Azul.

 

 

Justamente son los colores y los temas, en su mayoría enternecedores, los que han hecho famosa su pintura. Se trata de formas y colores donde los más humildes, los seres más simples son los protagonistas: una vendedora de muñecas, una madre con su hijo en los brazos, un niño o una mujer con un ave. Todos ellos dan una sensación de paz, de bondad y de inocencia. 
También son características de  su trabajo las líneas negras que recortan las siluetas de estos personajes sobre fondos de montañas, campos y ciudades. ”Las frutas, las flores y los pájaros completan este universo de escenas bucólicas en las que sus pinceles, ricos en materia, combinan los azules y los naranjas en una explosión luminosa que simboliza la exuberante naturaleza de la tierra. El sol es, desde un ángulo discreto, perpetuo y vigilante, fuente de luz y calor, origen de la vida; de esa vida que palpita y vibra en los lienzos de este gran artista”, escribió en una ocasión la teórica María Ugarte.

 

 

A pesar de su éxito internacional y de las muestras que de su trabajo se han inaugurado en distintos puntos del planeta, a Cándido Bidó lo motiva aún más la Fundación Bonao para la Cultura que el mismo creó en 1987. En ese edificio, decorado con un gran mural del artista, se imparten clases de danza moderna, folclórica, música, pintura, escultura, teatro y artesanía. 
La población estudiantil de esa institución asciende a 350 personas quienes vienen de localidades como Moca, la Vega, El Abanico y Cotuí a instruirse por 22 profesores. ”La mayor satisfacción de Cándido Bidó es encontrarse con sus ex alumnos y ver que éstos se destacan en el mundo de las artes visuales. Su vocación por la enseñanza lo ha mantenido en las aulas aún después de alcanzar un puesto importante en la plástica nacional. Es uno de los pocos artistas que pueden decir que vive de sus cuadros. Sin embargo, esto no ha sacado del contacto con los jóvenes artistas”, destacó un medio de comunicación local.

 

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