Se reconoce a este pintor de las raices del altiplano como el iniciador de una corriente pictórica ligada al Indigenismo. Sus telas valorizan a su Bolivia natal y, por eso, pinta rostros, escenas aymaras y paisajes altiplánicos.
Recordado como uno de los grandes del Arte Latinoamericano, la vida de Guzmán de Rojas estuvo llena de experiencias: desde sus vivencias en Europa, el sufrimiento y dolor que vivió como soldado en la Guerra del Chaco, su inmersión en la cultura Aymará y en su natal Potosí. Pintó Machu Pichu cuando todavía no era visitada por turistas y plasmó en su arte lo más profundo de su pueblo, sus creeencias y su religión. Sus obras alcanzan notoriedad hasta el día de hoy, aunque ya han pasado más de 50 años desde la fecha de su muerte.
Cecilio Guzmán De Rojas nació el 24 de octubre de 1900 en Potosí. Su inclinación por el arte se dejo ver a muy temprana edad y sus padres, al darse cuenta de su talento, decidieron enviarlo a la ciudad de Cochabamba donde trabajó en el taller de Avelino Nogales, pintor que estudió en Francia. Pero su ambición era más grande y, gracias a su persistencia, logró que le otorgaran una beca para estudiar en la Real Academia de San Fernando, en Madrid. Allí permaneció entre 1919 y 1929 y tuvo como maestros a Julio Romero de Torres, Subiaurre, Carbonero y Benedito, entre otros.
De regreso a Bolivia inició una fructífera labor como creador y hombre ligado a la plástica, y en este marco fue que en 1929 se hizo cargo de la Academia Nacional de Bellas Artes Hernando Siles, en la ciudad de La Paz. Su principal labor en esa entidad fue la defensa del patrimonio artístico boliviano y también la catalogación y restauración de obras de arte. En este campo tuvo una destacada participación, lo que le permitió acceder a una beca del Consejo Británico para estudiar en Londres esa especialidad. Al ano siguiente recibió la orden del entonces presidente Hernando Siles para crear el Museo de Arte Retrospectivo de la Casa Nacional de Moneda.
Al margen de esas actividades, Cecilio Guzmán de Rojas fue conocido como el iniciador de una corriente pictórica muy ligada al indigenismo. En cada una de sus pinturas se aprecia el valor que él le otorga a las raíces de su patria, pintando rostros y escenas aymaras ademas de hermosos paisajes del altiplano.
Un hecho que lo marcó notablemente – y que se vió muy reflejado en su pintura- fue el conflicto bélico de su país con Paraguay, que lo llevó a denunciar el dolor y los dramáticos hechos producto del enfrentamiento. Su serie Guerra del Chaco muestra precisamente el sufrimiento de los soldados en el frente de batalla.
Viajó a España, Argentina, Chile, Perú, Brasil, Inglaterra, Francia y Suecia, pero es en Gran Bretaña donde conoció y se fascinó con las obras del Renacimiento y con el tratamiento de pinturas realizado por Leonardo da Vinci. Debido a eso inició una profunda investigación del proceso de pintura llamada Coagulatoria que , según él, habían utilizado los grandes maestros.
Sin embargo, sus investigaciones y pinturas quedaron detenidas :sùbitamente en la plenitud de su vida y de su carrera falleció de manera trágica en el valle de Llojeta, en la Paz. Tenía 51 años. Entre sus cuadros más famosos figuran el Beso del Idolo, Lujuria, Autorretrato, Avitaminoso, Insolación, Andina y Amanecer.