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DAVID ALFARO SIQUEIROS, de México

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84rf0Conocido por todos como “ el Coronelazo”, fue uno de los tres grandes del muralismo mexicano, junto a José Clemente Orozco y Diego Rivera. Lo que lo diferenció de sus compañeros fue su extrema pasión por el tema político, en especial por la justicia y el bienestar del pueblo. El mismo que sería el protagonista de sus enormes murales.

La vida de David Alfaro Siqueiros fue, por decir lo menos, intensa. Desde muy joven lo movió un fuerte sentido social orientado a las ideas marxistas de libertad y participación social, las que trabajó en forma paralela a su vocación artística. Jamás pensó ambas tareas de forma independiente y fue por eso que se dedicó a la pintura mural, como una manera de acercar el arte a la gente y hacerlo parte de su entorno, apoyado en su teoría del espectador en movimiento y el dinamismo óptimo de los planos y espacios.

 

84rf1Sus inicios en la política se remontan a la época en que era estudiante de la Academia de San Carlos (hoy Escuela Nacional de Artes Plásticas) y participó en la huelga de 1911, que buscaba cambiar los antiguos métodos de enseñanza. Durante esos años formó parte de una de las facciones de la Revolución Mexicana, obtuvo el grado de Capitán Segundo. En 1919 viajò a París, donde conociò a Diego Rivera con quien desarrollò la idea de una pintura monumental y heroica basada en el espíritu de las Grandes tradiciones prehispánicas de América.

 

 

Aprovechando su estadía en Europa pasò un tiempo en España y en 1921 publicò el primer y único número de la revista Vida Americana y  firmò el artículo sobre ”Los tres llamamientos de orientación actual para los pintores y escultores de la nueva generación americana”, cuyo fin era la creación de un arte protagonista y público, la denuncia de la pintura burguesa y la búsqueda de una pronta socialización del arte.

 

 

Con esas ideas volvió a México y organizò el Sindicato de Pintores, Escultores y Grabadores Revolucionarios.  Ingresò, luego,  al Partido Comunista mexicano y,  junto a Diego Rivera y Xavier Guerrero,  fundò el periódico El Machete. Precisamente de esta época datan sus primeros trabajos murales.

 

 

Ya de lleno en el arte (a pesar de que consideraba algo elitista la pintura de caballete, realizó un sinnúmero de ellas que le sirvieron para practicar colores y técnicas), en 1922 participó del renacimiento de la pintura al fresco que fue patrocinado por el gobierno azteca como una forma de decorar los edificios públicos. Es en ese marco que Siqueiros decorò la bóveda y el cubo del primer piso de la Escuela Nacional Preparatoria con Los Elementos y Los Mitos [A1] y, luego,  concluyò dos obras en el edificio del Real Colegio de San Ildefonso: El Entierro del Obrero Sacrificado(1923)y El Llamado a la Libertad.[A2]

 

 

En 1933 viajò a Argentina y, con la ayuda de Antonio Berni y Lino Spilimbergo,  realizò un mural en la residencia del periodista Antonio Botana (en el sector Don Torcuato, en Buenos Aires) titulado Víctima Proletaria, que se conserva hasta el día de hoy en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

 

Luego viajò a Estados Unidos y fundò en la ciudad de Nueva York un taller experimental donde abandonò el óleo por la piroxilina. Fue este material, junto con la baquelita, masonita, duco y plásticos diversos, los que innovaron su técnica. En el país del norte realizò, entre otros, el mural La América Tropical Oprimida y Destrozada por los Imperialismos, razón suficiente para que regresara deportado a México.

 

Permaneciò un tiempo en su país hasta su vuelta a España y en 1937 se casò con Angélica Arenal. Al poco tiempo se incorporò al Ejército Popular Español, que inició la rebelión en contra del gobierno de Franco. Siqueiros alcanza el grado de Teniente Coronel de la 29 división y a partir de ese hecho fue  apodado “ el Coronelazo”. Después de luchar de lado de los republicanos en la Guerra Civil Española Siqueiros retomò su postergada inspiración creativa y creò Etnografía, considerada una de sus obras maestras.

 

 

En 1940 ejecutò un mural en la Biblioteca de la Escuela México, en la sureña ciudad de Chillán[A3] , en Chile. En 1942-  de regreso a México-  fundò el Centro de Arte Realista Moderno. Cinco años más tarde se realizò la exposición Setenta Obras Recientes de David Alfaro Siqueiros en el Palacio de Bellas Artes. En 1962 fue sentenciado por el gobierno mexicano a ocho años de prisión por promover disturbios estudiantiles de extrema izquierda, aunque sólo estuvo preso dos años pues fue indultado por sus servicios a la nación. Fue durante ese tiempo que realizò una de sus obras de mayor dimensión, Marcha de la Humanidad, que ocupó una superficie de 4 mil 500 metros cuadrados de paneles articulados.  También pintò Del Porfirismo a la Revolución, en el Museo de Historia Nacional de Ciudad de México. Otras obras importantes fueron Accidente en la Mina (1931); El Coronelazo (1945); La Nueva Democracia (1945) y El Tormento de Cuauhtémoc (1950).

 

En 1966 recibiò el Premio Nacional de Artes de México y el premio Lenin de la Paz. Muriò el 6 de enero de 1974 en Cuernavaca y sus restos fueron inhumados y depositados en la Rotonda de los Hombres Ilustres. El 18 de julio de 1980 y por decreto presidencial, su obra pasò a ser Patrimonio Artístico Nacional, lo que prueba que su arte ( el “  arte de un pintor del pueblo”) había sido reconocido.